Él

Creo que prefiero soñar antes que estar parada entre un montón de arena que con la ventisca se va y me deja en medio de la nada. Prefiero soñar que tengo un príncipe a quién poder besar cada mañana y olvidarme de todos los problemas que acuden a mí cada día como si fuera la basura de sentimientos. Soñar que hay alguien que me quiera como nadie lo hace y que me diga cosas bonitas tarde, mañana y noche sin hartarse de mí y mis tonterías. Alguien en quién pueda confiar, como un amigo, pero algo más. Alguien que cuando más necesite apollo no me diga adiós y que esté preparado para lo que sea y cuando sea con tal de ver una sonrisa. Alguien a quien poder dar las gracias todos los días por estar ahí...