Seguidores

miércoles, 15 de junio de 2011

No pierdas la vida por miedo a vivirla.

Parece que el riesgo hace que te acerques a mí, y que una cuerda te tire cada vez que me miras a los ojos. Es como querer hacer paracaídas y saber que tienes más de un 60% de probabilidad de que no se abra cuando quedan apenas metros para golpearte contra el suelo. Ya sé que no tienes huesos de cristal, ni yo una caja catalogada como mercancía frágil, tampoco puedo asegurarte que no se vaya a romper en miles de pedazos. Ni que un vendaval arrase con todo aquello que era nuestro. Sólo puedo decirte que las oportunidades igual que vienen, se van y hay que aprovecharlas. Mi mundo sólo espera tu próxima sonrisa escondida, esa que un día me enseñó a luchar

No hay comentarios:

Publicar un comentario